4. El valor de la duda
La sociedad premia las certezas, pero es en la duda donde nace el pensamiento más profundo. Dudar no significa estar perdido, sino estar atento, en proceso, en búsqueda. Es señal de que estamos vivos intelectualmente.
Reflexionar es atreverse a no tenerlo todo claro. Es aceptar que hay preguntas sin respuesta inmediata, y aun así, hacerse esas preguntas. En la duda nace la libertad de pensar más allá de lo establecido.