2. La reflexión como brújula personal

 

En la vida tomamos decisiones constantemente, muchas veces sin detenernos a pensar por qué. La reflexión funciona como una brújula que nos orienta cuando todo parece confuso. Nos ayuda a reconectar con lo que de verdad valoramos.

Cuando nos tomamos el tiempo de pensar, nos volvemos más dueños de nuestras elecciones. No vamos por inercia, sino con intención. Reflexionar no es detener el camino, es ajustar la dirección.