10. Las preguntas que nos sostienen

Hay preguntas que no se responden fácilmente, pero que vale la pena hacerse. ¿Quién soy? ¿Qué sentido tiene lo que hago? ¿Qué me mueve de verdad? Son preguntas que no se resuelven, se viven.

Reflexionar es convivir con esas preguntas sin querer cerrarlas del todo. A veces no tener respuestas claras no es un problema, sino una forma de estar despierto y abierto a lo que la vida enseña.